Hola, amigos!
Hace algunas semanas escuché hablar a unas compañeras acerca de crear una entrada en nuestros blog sobre basurillas transformadas en tesoros, y la verdad que me llamó la atención.
Como ya os imagináis tengo basurillas de sobra en casa porque mis lugares de compras favoritas son rastrillos y contenedores, y la idea de participar era muy tentadora. Esta ha sido mi primera vez pero hay compañeras tan creativas que estoy impaciente por ver lo que han hecho ellas. No dejéis de visitarlas, os aseguro que vale la pena!
Y sin más dilación, os doy la bienvenida a este Trash To Treasure Blog Hop Outside Edition!!
Participan los siguientes bloggers
Kimm at Reinvented
Kim at Hunt and Host
Victoria at Dazzle While Frazzled
Pili at My Sweet Things
Randi at Dukes and Duchesses
Ashley at 3 Little Greenwoods
Courtney at All Things New Again
Lisa at The Purple Hydrangea
Tonya at Hey There Delyla
Denise at My Thrifty House
Wendi at H2O Bungalow
Jeanette at Country Design Style
Antes de empezar os tengo que advertir que va a ser una entrada larguita y cargada de fotos. Usé una herramienta nueva que me costó un poco entender cómo funcionaba -sí, así soy de lista- pero que ahora no podría pasar sin ella. Encontraréis algunos links afiliados para vuestra comodidad, podéis leer el disclosure completo aquí.
¿Preparados para ver mi basurilla?
Me encontré estos dos cabeceros en el contenedor de detrás de mi casa. Era de noche pero con el rabillo del ojo vi algo y paré a ver qué era y si valía la pena recogerlo.
Tenía muy claro lo que iba a hacer con ellos porque me encantan los bancos hechos con cabeceros. ¿Recordáis mi banco romántico?
Tenía diferentes restos de maderas de otros proyectos y los usé para construir la estructura. Lo primero fue medir y cortar las patas.
Una vez que las patas tenían la altura deseada, medí la distancia entre ellas para cortar la madera que haría de faldón delantero.
Esta pieza de madera me fue de perillas, porque la corté a la longitud necesaria y luego por la mitad, así me serviría para ambos bancos. Las lijé y quedaron listas para usar.
Aquí comprobando que las medidas eran las correctas.
Importante recordar la regla de medir dos veces antes de cortar.
No quería que el faldón frontal estuviera alineado con las patas sino hacia el medio dejando un espacio, así que usé una madera para elevarlo un poco y marqué donde lo quería.
Aquí es donde mi nueva herramienta entró en escena. Se llama Kreg Jig y es increíble para proyectos con madera!
Si os preguntáis por qué me costó entender cómo usarla en mi defensa diré que todos los tutoriales que había leído estaban en inglés y usaban pulgadas en lugar de centímetros, aunque ahora me doy cuenta de que en realidad eso no tiene importancia…
El truco: hay que ajustar los números del aparato azul y de su broca al mismo número (que será el grosor de la madera).
En este caso, la madera hacía 22mm de grosor y esa fue la medida que puse.
Y de nuevo 22 mm para su broca.
Estos agujeros hacen que el tornillo una las dos maderas de una forma muy estable.
Atornillé el faldón a las patas.
Luego corté los laterales para ambos bancos y los lijé.
Como esta madera era más delgada, marqué 19 mm tanto en el Kreg Jig como en la broca. Recordad, necesitáis usar el mismo número en ambos aparatos.
Atornillé las maderas a las patas y al cabecero, y la estructura quedó lista.
Compré una pieza de madera para el asiento. Lo coloqué encima de la estructura y por debajo marqué con un lápiz por dónde tenía que cortarlo.
Llegó el momento de encargarme del montón de agujeros que tenía el cabecero, y mi hija pequeña estuvo encantada de ayudar. Usamos unas espigas y masilla de madera..
Repetí el proceso entero para el otro banco aunque esta vez fue más rápido porque casi todas las maderas ya estaban cortadas y lijadas.
Os presento a los bancos antes de pintarlos.
Para pintarlos decidí crear un color especial mezclando varios colores de Old Fashioned Milk Paint. Prometo actualizar el post con las cantidades exactas de cada uno porque resulta que tengo todas mis notas en una caja ya que me mudo de nuevo!
El color es precioso y era perfecto para un apartamento frente al mar donde iban a ir los bancos.
Si nunca habéis usado pintura de leche dejadme deciros que es muy sencilla de preparar y los resultados son increíbles. Simplemente hay que mezclar la misma cantidad de polvo con la misma cantidad de agua y remover, luego dejar reposar unos 15 minutos hasta que desaparezcan las burbujas y está lista para usar. Si os sobra, tapáis el recipiente y a la nevera hasta su nuevo uso.
La primera capa no suele verse muy bien, pero esperad a ver la segunda, ¡ahí está la magia!
Aquí os presento a mis bancos gemelos favoritos.
Tachán!!
Otra foto, me encanta que el color parece cambiar según la luz. Quiero agradecer a mi sobrino Martin que hiciera estas fotos para mi. Tenéis que revisar su Instagram, es muy creativo y tiene unas fotografías geniales.
Hice también la mesita del rincón pero esa será parte de otra entrada.
Estas son las vistas del apartamento, es un lugar precioso en el norte de la isla y que está en alquiler, así que si os apetece disfrutar de unos días de relax o conociendo lugares nuevos os puedo poner en contacto con el dueño.
Espero que os haya gustado la transformación y recordar Pinearlo para otra ocasión.
Gracias por visitarme!
Abrazos,
Pili
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