Hola de nuevo, mis queridos amig@s!
La entrada de hoy es un poco especial y os voy a comentar el por qué. Como muchos ya sabéis, esto del DIY empezó como un hobby para mi, una forma de desconectar del trabajo y estrés diario y conectar con mi parte creativa. Yo iba haciendo mis pinitos, leyendo tutoriales de otros blogs, viendo videos de YouTube… Un poco de chalk paint casera, transfer por aquí, decoupage por allá. Poco a poco me fui aficionando y empecé a mejorar, como pasa siempre con todo lo que se hace con amor y repetición. Como todo lo que hacía no me lo podía quedar en casa porque me hubiera tenido que mudar a un castillo, pues empecé a publicarlo en Facebook para venderlo. La sorpresa llegó cuando en seguida de anunciarlo varias personas estaban interesadas y tardaba pocos días en venderlo. Ese dinero me permitía seguir comprando materiales por un lado y ahorrar algún dinerillo (que nunca viene mal) por otro.
Yo seguía haciendo las cosas que se me ocurrían, a veces inventos descabellados como imprimir sobre servilletas pero que luego resultan muy útiles en un momento dado. Otras veces Pinterest, (sí, ese agujero negro en el espacio/tiempo) era el detonador de una nueva idea. Al cabo de un tiempo, como me suele ocurrir con frecuencia, me aburría de hacer básicamente lo mismo. Bueno, a lo mismo no me refiero al mismo cuadro siempre, sino a pintar un mueble, hacer un transfer, algo de decoupage…
Entonces decidí que me apetecía aprender un poco de Photoshop para poder hacer mis propias composiciones y diseños. Encontré una oferta de un curso por internet muy económico y me puse a ello. Para ser sincera, el programa tiene cientos de funciones diferentes y puedes hacer una misma cosa de varias maneras diferentes, pero aprendiendo lo básico de capas y herramientas es más que suficiente para mi. Eso me ha permitido en los momentos que me sentía con ganas de crear algo pero que no me apetecía moverme del sofá ni buscar brocha ni pintura, poner mi cabeza a trabajar de una forma diferente. Si os apetece podéis ver todas mis láminas digitales, muchas de ellas son de descarga gratuíta y de verdad me encantaría ver lo que hacéis con ellas si las usáis en algún proyecto.
Ahora ya tenía un poco más de diversidad, podía estar en «movimiento» con mis brochas, pinturas y potingues, o bien estar tranquilamente diseñando con el ordenador; pero me faltaba algo que me había llamado desde pequeña la atención… Las herramientas. Recuerdo a mi padre con su taladro haciendo cosas por la casa, cortando maderas con un serrucho de mano, atornillando y dando martillazos a las cositas sencillas que él hacía, pero nunca llegué a participar más allá de limpiar los zócalos después de que él pintara las paredes o a lo sumo unos minutos de darle al rodillo. En aquella época las mujeres no hacían esas cosas, y es una pena. Total, que después de que mi marido me regalara una sierra de mesa para mi cumpleaños porque las flores, la ropa y los bolsos no es algo que me emocione, pensé que por fin había llegado el momento de experimentar con otras cosas.
Debido a su trabajo él se ha pasado casi todo este año fuera y yo ya no podía esperar más a que él volviera para hacer un banco con un cabecero, así que me armé de valor y me puse a ello. Tengo que admitir que ahora ya no voy a parar, ¡estáis advertidos! He hecho muchas más cosas después de ese banco, algunas ya están publicadas aquí en el blog pero muchas otras todavía esperan ver la luz. Paciencia, prometo compartirlas pero esto del blog lleva su tiempo.
A todo esto, seguro que en algún momento os habéis preguntado por qué he empezado diciendo que esta entrada era especial, quizás tendría que haber añadido que también iba a ser larga! Pues resulta que estoy de lo más indignada por los comentarios de unas futuras novias en un grupo de Facebook y de su actitud respecto a los pequeños artesanos. Tranquilos, no os voy a contar toda la historia porque si no esto en lugar del blog parecería el libro de Las Mil y Una Noches, pero el resumen es que hay muchas personas que no valoran el trabajo, el esfuerzo, la preparación y al amor de los artesanos a sus creaciones, así que esta entrada va por todos ellos!!
No se puede comparar jamás un producto hecho artesanalmente y pensado específicamente para una persona, con otro comprado en una gran franquicia que todo el mundo la tiene igual en su casa. Así que amig@s artesanos, reivindicad el puesto y el respeto que os merecéis, y los que estéis entrando en este mundo de hacer cosas bonitas y con amor para venderlas, mucho ánimo y a por ello!
Podéis encontrar información online sobre lugares en vuestra población donde os pueden orientar si queréis abrir un pequeño negocio. También es importante vuestra presencia en redes sociales, las más conocidas y fantásticas para dar a conocer vuestros productos podrían ser Instagram, Facebook, Pinterest, e incluso Twitter.
Obtén etiquetas para ropa con empresas como Wunderlabel que os pueden ayudar con las etiquetas para vuestras creaciones, ya sea una cinta con vuestro logo o texto personalizado para envolver el producto, o como etiqueta identificativa de vuestra marca en el objeto en cuestión. Lo importante es que las personas vean y reconozcan vuestra marca.
Ejemplo de esto, ¿véis la bolsa que tiene mi amiga Larissa de Prodigal Pieces? No dejés de visitar su tienda y su blog, es increíble.
Esa etiqueta en la bolsa permite saber de forma rápida quien es el artesano que la ha hecho, lo que se puede traducir en más ventas.
Otra artesana, Tara, la propietaria de Lil’WesternWorks. Hace unos zahones divinos tanto para niños como para niñas. Además resulta que es la hermana de mi amiga Keri de Repurposing Junkie, si es que llevan la creatividad en los genes!
SaraJeanBoutique hace ropa totalmente personalizada para nuestros peques, una de las ventajas de comprar a un artesano.
María de El Atelier de Sueños tiene unas manos que valen oro. Hace cajas en madera que son una preciosidad, pero sus creaciones en ganchillo me dejan boquiabierta siempre.
DesignsBiK también personaliza sus complementos con bordados. Tanto para una boda como para alguna ocasión especial son una opción estupenda.
DLauree y sus fundas de almohada son de mis favoritas. Necesitaría el castillo del que hablaba antes porque me gustan todas!
CosenzaStore hace unas mantas de lana ideales para envolverse en ellas en los meses más frescos y que quedarían estupendas además en una escalera decorativa.
Así que desde aquí mando todo mi apoyo incondicional a todos los pequeños y grandes artesanos que hay por el mundo. A los que están empezando desearles mucha suerte y espero que los consejos que he sugerido les sirvan para que puedan hacer llegar sus creaciones a muchos hogares.
Un abrazo fuerte y gracias por visitarme, disfrutad de la semana!
Pili
¿Os gustan el reciclaje, la decoración, el transformar muebles y todo tipo de manualidades? Entonces compartimos la misma pasión! Me encantaría compartir mis ideas disparatadas y proyectos con vosotros, por lo que me encantaría que os SUSCRIBIÉRAIS a mis entradas por correo electrónico.
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Saludos Pili…
Ahora mismo estuve comentando con una amiga que vive en PR. Precisamente el querer apoyar a los artesanos, pero hemos notado que algunos tienen unos precios muy altos, o sobrevalorados y entonces tienes que anadirle la entrega. En ocasiones por mas que quieras apoyarlos se nos hace imposible. En este particular nos referimos a los precios de algunos vendedores de Etzy. Te entiendo amiga, recibe un abrazo.
Hola Fabi
Es cierto que a veces se ven precios bastante altos, pero tampoco resulta sencillo cuantificar las horas de trabajo que ciertos proyectos implican. Claro que una manta a crochet será más cara que una que esté hecha mecánicamente, pero es que las horas que lleva tampoco tienen comparación… y si no que nos pregunten a nosotras cuanto tiempo y materiales nos lleva poner un mueble destrozado en forma de nuevo.
Quizás el problema es que nosotras vendemos demasiado barato y lo de los demás entonces nos parece excesivo…
Un abrazo fuerte
Una entrada que he leido con muchisima atención y que me ha parecido muy interesante y que tendré en cuenta.
Sabes que me encantan tus trabajos y como explicas las cosas. Ojalá yo pudiese vender lo que hago, porque a veces no se donde ponerlo , pero gracias a tu entrada voy a ver si soy capaz de poner mis trabajos a la venta..¿que me recomiendas? Yo me hago mucho lio con las redes sociales, pero lo mismo hay páginas donde puedo poner y vender loq ue hago..¿que me aconsejas?
Lola estoy segura que podrías vender fácilmente tus trabajos, y no necesitas tener unos conocimientos informáticos avanzados para ello.
Seguro que en Madrid hay muchos grupos de Facebook de venta de segunda mano en general, o también en podrías probar un Milanuncios y Vibbo, incluso Wallapop.
Si quieres mándame un privado y hablamos con más detalle guapa.
Besos
Yo nunca vendí nada, pero todo se lo hago a la familia que creo me lo saben valorar. Hice casitas de muñecas y a veces pensaba si lo tuviera que vender que precio tendrían un año de trabajo, dedicando una media de 5 horas diarias??.
Encantada de conocer tu blog, creo compartimos las mismas aficción.
Hola Belén, encantada
Estoy de acuerdo contigo, muchas veces hay que ponerle un precio simbólico porque si tuviéramos que calcular por horas de trabajo sería astronómico.
De todos modos, eso no quiere decir que no haya que intentar vender nuestras creaciones por el precio que consideremos justo.
Gracias por dejarme tus comentarios
Estoy totalmente de acuerdo con tu post, los artesan@s a veces nos sentimos sol@si, yo hay días que deseo dejar lo que hago hay gente que se permiten el lujo de desvalorización tu trabajo y compararlo con producto de almacenes asiáticos, yo elaboró jabones naturales de aceite de oliva, son echos a mano uno a uno y valores mucho los materiales que utilizo con mis horas de trabajo, intento ajustar el máximo precio y aun así hay gente que intentan tirartelo por suelo.
Nunca lo he consentido y no lo pienso consentir, nuestro trabajo se merece un respeto .
Un saludo a tod@s mis compañeros artesa@se.
De acuerdo contigo María, no podemos permitir que las personas no respeten el trabajo de los artesanos y que encima vengan a regatear. Por qué no le hace no lo mismo a las grandes empresas?
Gracias por pasarte y dejarme tus comentarios
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