Si alguien me pregunta cuales son mis lugares favoritos para comprar, respondería ¡los rastrillos! ¡Me fascinan! El tiempo parece que se para cuando llego allí; me puedo perder durante horas, admirando las cosas que hay en venta, charlando con los vendedores y encontrando tesoros perdidos.
No siempre me encuentro tesoros reales, pero normalmente hay buenos hallazgos a un gran precio. Como esta bandeja.
Estaba en muy buen estado y tenía un buen tamaño, aproximadamente 60 cm de largo, y la conseguí por 0,50 €!! Olé!!
Tan pronto como llegué a casa, la limpié y la pinté con la chalk paint casera.
Mientras se secaba, imprimí un bonito gráfico que tenía guardado de The Graphics Fairy; os aconsejo visitar a Karen porque tiene cientos de imágenes divinas para descargar. Si lo queréis en un tamaño mayor, lo podéis descargar pinchando directamente en la imagen.
Entonces lo transferí a la bandeja, el proceso es muy sencillo y este tutorial os guiará paso a paso.
Lo último fue envejecerla usando la técnica del pincel seco en los laterales.
Para los bordes simplemente con un trozo de espuma y pintura negra, le fui dando toques. Es lo mismo que hice con las decoraciones de Navidad.
Me encanta cómo está ahora, y si hubiera tenido que comprarla en una tienda me habría costado mucho más que lo que pagué por ella!
Y vosotros, ¿visitáis también los rastrillos? ¿Cuáles son vuestras piezas favoritas para comprar allí?
Podéis ver otras cosas que he comprado y tuneado entre algunos de mis proyectos.
Gracias por visitarme!
Abrazos,
Pili
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Qué si gustan los rastrillos? A mí me chiflan todos, estaría allí horas y horas y me lo traería todo!!
Un acierto esta bandeja, tanto por precio como por el resultado una vez pasada por tus manos, muy bonita.
Un beso y feliz fin de semana,
Anne.