Reciclando un antiguo cuadro

Buenas tardes a todos!

A mi marido le encanta el yoga y la meditación y practica a diario. No puedo negar que siento cierta envidia porque cuando yo trato de meditar mi mente empieza a pensar en comidas, actividades de las niñas, cosas pendientes de hacer y demás. De vez en cuando consigo dejar mi mente en blanco durante cinco minutos y entonces soy la mujer más feliz del mundo!

Pues él tiene un mantra especial y pensé que sería estupendo si pudiera hacer algo con esas palabras («Om Namah Shivaya») para su cumpleaños, así que decidí que las haría en papel mache como las de las niñas aquí.

Me fui de compras a mis tiendas de segunda mano favoritas para buscar un marco grande y me encontré esta preciosidad.

No estaba en perfecto estado pero sabía que podía dejarlo bonito. Incluso nuestra conejita estaba pendiente del proceso alrededor mío todo el tiempo, ¿verdad que es una monada?

Usé la chalk paint casera para pintarlo, con un par de manos fue más que suficiente, y luego lo decapé un poco para que asomara el dorado de debajo. También le puse un trozo de tela que tenía para cubrir el antiguo cuadro, le pegué las letras con silicona caliente y luego lo monté sobre el marco.

Me gustó tanto como quedó que sentía que no iba a poder esperar hasta su fiesta de cumpleaños para enseñárselo, pero siendo una mujer fuerte como soy pude jaja. Organicé una fiesta sorpresa y avisé a las niñas de lo que íbamos a hacer y que no podía decirle nada a papá, ni siquiera sugerirlo, y realmente lo hicieron fenomenal.

Cuando llegó el día uno de sus amigos se lo llevó de casa con la excusa de tener un poco de «tiempo de hombres» sin niños, sin mujeres, sin responsabilidades… y mientras sus amigos aprovechaban para venir.

Cuando volvió y de repente todos aparecen y le gritan «Sorpresa» tendríais que haber visto su cara. De verdad que no se esperaba nada, y no sólo era la sorpresa de la fiesta, sino que algunos amigos habían volado desde lejos y hacía bastante que no les veía.

Le costó un poco digerir que todo era real y disfrutó del tiempo y la compañía con los amigos, y cuando pensaba que ya no podía haber nada más llegó el regalo. Se emocionó tanto que incluso le asomaron algunas lágrimas, y me alegré mucho por él. Todo el trabajo y esfuerzo que me llevó realmente valió la pena.

Gracias por pasaros!

Pili

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