Tenemos un zapatero desde hace años y me gusta mucho porque es muy práctico, se puede extender para ganar capacidad, o acortar para adaptarlo a espacios más pequeños.
Solía ser así
Pero cuando decidimos mover nuestro dormitorio a otra habitación ya no nos hacía falta, por lo que pensé que vendría fantástico para los zapatos de mis hijas. Estuvieron muy contentas y se pusieron a colocar sus zapatos allí. Encajaron estupendamente, dos filas perfectas de zapatitos! Cerramos las pueras y escuchamos un ruído, así que las abrimos. Dos zapatos de la fila de arriba se habían caído… vale, las colocamos de nuevo y volvimos a cerrar las puertas. Ningún ruido.
Por la noche fueron a coger sus pijamas y al abrir los cajones otros dos zapatos se cayeron, y otros dos más al cerrarlos. Oh oh, quizás la idea del zapatero no era tan buena como yo pensaba, porque sus zapatos son planos, sin tacón, y además de talla pequeña con lo que es más complicado que se mantengan en su sitio. Bueno, un último intento, les di la vuelta y los puse con la punta mirando hacia arriba con la esperanza de que con la gravedad o con algún tipo de magia se quedaran quietos en su sitio. Cerré las puertas con cuidado y no escuché ningún ruido.
Al día siguiente ni me acordé más de los zapatos, el zapatero ni nada, las niñas estuvieron jugando con algunos amigos en su habitación y cuando se marcharon a sus casas era el momento de recoger un poco. Abrí el armario y sorpresa… sólo quedaban cuatro zapatos en su sitio.
No tenía ni idea de qué hacer, y nos pasamos unos días colocando zapatos una y otra vez hasta que de repente se me encendió la bombilla. Iba a atar cuerda para crear una especie de red y así los zapatos no se caerían, ¿no es una idea brillante?
Ahora los zapatos se mantienen perfectamente
No hay espacio para que se caigan 🙂
¡Estamos todas súper felices de haber encontrado una solución para los zapatos suicidas!
Ahora las niñas pueden abrir y cerrar los cajones sin miedo de que se lie un desastre con los zapatos. Y si vosotros también buscáis formas de mantener la casa en orden y reducir los pequeños desastres que inevitablemente se producen cuando hay niños, podéis ver qué hice con esta bandeja reciclada.
Abrazos,
Pili
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Una idea genial Pili, me encanta.