Este año las que tenéis hijas sabéis de la fiebre de Frozen. Y también sabéis la vida social tan agitada que tienen las niñas, raro es el fin de semana que no hay un cumpleaños, una salida o cualquier otro compromiso. Para los cumpleaños nosotras intentamos regalar algo diferente, casi siempre algo que hayamos hecho y pensando en quien va a recibir el regalo.
La cumpleañera en este caso era una fanática de la película; tenía la película, los vestidos, pegatinas, colonia… así que el regalo estaba claro, algo relacionado con su pasión. Y resultó que tenía guardada una caja que compré hacía un tiempo, y las niña me ayudaron a pintarla en dos colores mientras que yo creaba la composición de la imagen con Photoshop.
Una vez impresa la imagen, apliqué cola diluida en la caja y pegué la imagen encima. Cuando se secó repasé por encima del borde con un poco de pintura para que no se notara y luego le di dos manos de barniz por todo para proteger.
Una vez terminada pensamos que estaría bien hacerle una libreta a juego para que la pudiera llevar dentro de su caja con sus cosas para pintar, y la verdad que el regalo le encantó tanto a ella como a sus amigas.