Hola amigos!

Este verano me he tomado un respirdo del blog pero aquí estoy de nuevo, y ¡bienvenidos al Reto de Rastrillo! ¿No sabéis lo que es? No hay problema, os explico. Nos hemos juntado un grupo de bloggers para mostraros qué hacemos con cosas que encontramos en tiendas de segunda mano, rastrillos e incluso tiradas por la calle. ¡Seguro que os gusta!

Las reglas:

• Transformar un objeto(s) de una tienda de segunda mano, rastrillo o similar, en una pieza de decoración.
• No hay tema mensual.
• No hay presupuesto al que adaptarnos.

Conoce a las participantes

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Como en muchos de los retos, mis cosas suelen ser hallazgos que a veces mi costi trae a casa. Me costó un poco introducirle a él en mi mundo de los trastos abandonados en la calle, pero ahora ya tiene un buen ojo y a veces me sorprende con bellezas como este cabecero que transformé en banco vintage.

¿Queréis ver qué trajo a casa esta vez?

Mirad estas dos bellezas

Tenían la misma forma pero un color diferente así que era obvio que tenía que hacer algo para unificarlas.

Viviendo en una isla, estando en pleno verano y después de una fase de pintarlo casi todo en tonos neutros, sentía que necesitaba un poco de color 😉

Como mi plan no era quedármelas sino venderlas, pensé que quedarían genial en una finca rústica frente al mar, así que tuve una idea clara: iba a hacer unas sillas estilo boho.

Dos formas de conseguir un estilo boho con pintura

El estilo boho para mi es un estilo desenfadado por lo que pintar las sillas para conseguir ese efecto no es nada complicado.

Lo primero fue decidir los colores que quería que tuvieran las sillas. Elegí restos de pinturas que tenía por aquí, de hecho restos de las pinturas que menos me gustan pero que como aqui no se tira nada pues había que gastar. Aclaro, me gustan los colores lo que no me gusta es su textura… ale, ya lo he dicho, ahora los fans de la famosa pintura ya pueden crucificarme…

Luego con un poco de cinta de carrocero protegí la fibra de las sillas para que no se mancharan.

Otro inciso, no es que sea una fanática de este tipo de material, pero fuimos con mis hijas una vez a como un artesano encordaba sillas y fue increíble de ver. Su habilidad enrollando la fibra, como era capaz de hacer diseños diferentes y la cantidad de horas que se necesitan me han hecho reflexionar y aunque no sean de mi estilo, voy a tratar de salvar las que estén en buenas condiciones, como mis dos sillas.

Bueno, de vuelta a las sillas, ¿recordáis que os dije dos formas diferentes de conseguir el estilo boho con pintura?

Esta es la primera.

Usé tres brochas para los tres colores diferentes, así no hay que estar lavando para cambiar de color. Fui pintando la silla a trozos según me iba pareciendo hasta cubirla por completo.

Una vez que estuvo toda pintada, usé la técnica del pincel seco para hacer capas de diferentes colores. Como la primera capa no estaba seca del todo en según que zonas, cuando usé otro color encima se fusionaron y crearon un cuarto color tirando a verdoso -ya sabéis, amarillo y azul hacen verde- 😉

Vamos a por la segunda forma de conseguir ese estilo boho.

Pinté la silla completamente de color rojo, en una única capa.

Sobre él le fuí añadiendo los otros dos colores. Para este estilo usé unas brochas de las no muy buenas, precisamente porque no estaba buscando un estilo perfecto y suave, sino todo lo contrario.

Seguí añadiendo colores sobre el rojo hasta que conseguí el efecto que estaba buscando.

Si os fijáis, el resultado es casi el mismo y cuando las dos sillas están juntas no dirías que se han pintado con métodos diferentes.

¿Véis a lo que me refiero?

Me encantan los colores y el estilo rústico que tienen.

A mi me parecen ideales para un porche frente al mar, ¿no os parece?

Y ese rojo asomando por debajo me encanta.

Otro virtud de este estilo es que no es necesario lijar nada para hacer que los colores aparezcan.

Última foto ¡prometido! Este aspecto marinero y los colores tan vibrantes me hacen sentir muy alegre. Oh, verano y calor, os quiero tanto… Lo siento por aquellos a los que os guste el otoño y el invierno, pero no puedo soportar los días grises…

Espero que os haya gustado este pequeño tutorial y que os pueda servir de ayuda si en algún momento os apetece probar el estilo boho.

Podéis pinear la imagen de abajo para guardarla como referencia.

Muchas gracias por visitarme!

Y ahora a ver qué han hecho mis compañeras!

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