La semana pasada ha sido realmente atareada para mi. Decidí despejar mi sala de trabajo y tirar las cosas que no me proporcionaban alegría (habéis oído hablar sobre el método Konmari?) Lo cierto es que no fue tan duro como pensaba, ya sabéis que me gustan los trastos inútiles, las cosas viejas y demás… El tema es que me ocurría que cada vez que iba a tirar algo, de repente se me encendía la bombilla y sabía qué quería hacer con ello.
Eso mismo ocurrió con esta caña y trozo de madera. Tuve claro lo que hacer, y no podía ser más simple.
La señorita A me estaba ayudando antes, por lo que al comentarle qué pensaba hacer me dijo que quería ayudar también. Se encargó de medir la madera.
Dibujó unas cruces donde había que taladrar.
Luego, con un poco de pintura blanca diluida en agua la pintó y la colocó sobre un radiador para acelerar el proceso y que secara más rápido. Lo último fue taladrar los agujeros y rellenar con cola para pegar las cañas, que la habíamos cortado previamente.
¡Este es uno de los proyectos más sencillos que se puede hacer! Nos encanta tener el washi tape a la vista en lugar de encerrado en diversos cajones.
Si os interesa, también podéis visitar otros proyectos.
Disfrutad de la semana!
Pili
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